Hemos llegado a Riga: un nuevo país, una nueva ciudad, un idioma desconocido... y,para mí lo más importante: otro clima. Sí, frío, MUCHO FRÍO: de estar en La Palma a 15-20 grados y pasar a bajo cero se nota por muy abrigado que vayas, el frío se te mete en el cuerpo y no quiere salir, ja, ja, ja.

Quitando el frío, que para mí ha sido uno de los mayores hándicaps, Riga es una ciudad increíble: una ciudad grande pero no como las grandes urbes europeas, y, que tiene un arte y patrimonio espectacular: sus monumentos y edificios son una mezcla de todo tipo de culturas: alemanas,suecas, rusas... que le han dado a Riga un carácter especial.

En cuanto a la población y la gente, la mayoría de las personas han sido muy amables con nosotros: tanto nuestros compañeros de la empresa como los turistas, al igual que en el día a día, ha sido maravilloso (tontos hay en todos lados, pero aquí no hay muchos, ja, ja, ja). Aparte, una gran ventaja de tratar con ellos es su gran dominio que tienen la mayoría de ellos del inglés: puedes comunicarte con ellos sin dificultades en este idioma. Entiendo que hablen tan bien inglés porque con su idioma natal (el letón) apenas pueden hablar con sus dos millones de habitantes...

Aquí dejo algunas fotos del canal cercano al río Daugava (el río que cruza la ciudad) y su cana anexo. Increíble cómo es un manto blanco que no de distingue el curso del agua.

En próximos posts hablaré más de algunos monumentos de la ciudad y alguna curiosidad del país. ¡Hasta pronto!